lunes, 6 de diciembre de 2010

10 razones para casarme contigo




Por los nervios que siento justo antes de verte y las mariposas que vuelan en mi estómago cuando ya  estoy contigo.

Porque son muy pocas las personas que me conocen como tú  y saben de qué pie puedo cojear o cuando necesito ayuda para combatir el hastío.

Porque consigues que mi imaginación se muestre activa, inventando y disfrazando el lenguaje y nuestra realidad  para que cada gesto sea mágico y único.

Porque quiero que mis hijos tengan una madre como tú, dulce, cariñosa, exigente, inteligente, educada, generosa, amante de los animales, intensa.

Porque mi lado más superficial toca techo cuando roza tu piel  y mi lado más profundo alcanza el cielo cuando conoce a tu alma.

Porque todo cambia, menos mi forma de verte.

Porque todo cambia, menos tu forma de sonreírme.

Porque tus besos serían el despertador más dulce del mundo y tus caricias las buenas noches más suaves.

Porque cuando entre nosotros el silencio se impone, siento que seguimos hablando y entendiéndonos, con los ojos, con las manos, con la boca, con el corazón.

Porque estás loca y sigues queriendo verme, sigues queriendo compartir tu tiempo conmigo, y eso es lo más bonito que puede hacerse por alguien.


E.F.C.Q.T.A.S.V.M.G.

2 comentarios:

  1. javi... los silencios siempre hablan, la locura es un invento, las mariposas no existen fuera del estómago cavernoso de un hambriento de amor...

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  2. Yo así me casaría con la mujer más guapa del mundo. Y, es más, la llenaría de flores.

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